Tras varios días brindando atención médica gratuita, los profesionales de la ONG se aprestaban para volver a Córdoba, cuando fueron interceptados por un Toyota Corolla gris comandado por un hombre en estado de ebriedad o bajo los efectos de sustancias estupefacientes, que se presentó como policías y atacó a trompadas a uno de ellos, acusándolo de circular a alta velocidad.
Los médicos acudieron a la comisaría local a denunciar lo ocurrido, y ahí descubrieron que el agresor era nada menos que el jefe de la Policía local.
El comisario reaccionó aún con mayor agresividad y convocó a todo el personal para detener a los médicos. Y ante cada pedido de explicación su exaltación crecía y a los empujones ordenó a una policía detener a una de las médicas, que permaneció encerrada en una oficina durante 2 horas.

Melchiori, mientras iba y venía por la comisaría y decenas de metros a la redonda, sin saber cómo proceder, ordenó también el secuestro de las camionetas de la caravana médica.
El arbitrario proceder del jefe policial fue grabado en detalle por los profesionales y los testigos a los que infructuosamente ordenó “bajá el celular”.

Medidas urgentes
El hecho fue puesto en conocimiento del fiscal Marcelo Soto, de Presidencia Roque Sáenz Peña, que dispuso que el caso pase a la órbita de la Fiscalía en lo Penal Especial de Derechos Humanos, que ya inició actuaciones.
Paralelamente, el jefe de la Policía: Fernando Romero, y el ministro de Seguridad: Hugo Matkovich, instruyeron la inmediata apertura de una investigación administrativa a cargo del Órgano de Control Institucional.
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