La arrogancia no nos hace grandes; todo lo contrario, nos rebaja. La verdadera nobleza consiste en que podamos brillar sin aplastar a nadie, como una sana estrategia para el alma. En medio del pesimismo y las vacilaciones de la vida, María es grandeza. María Antonia Palma nació el 28 de septiembre de 1954 en un paraje cercano llamado ‘El Guayacán’. Su hija ‘Marita’ nos contó: “yo sé que es campo adentro, aunque no sabría decirte donde queda exactamente”.