Cuando un niño de 3 o 4 años se conmueve hasta las lágrimas al escuchar su voz, o cuando un grupo de fanáticos decide aportar cada uno algún dinero para contar con su presencia en el Festival del Quebracho, quiere decir que estamos en presencia de un artista de innegable virtuosismo. A pesar del tiempo (68 años recién cumplidos), “Cayetano” Podestá continúa siendo poseedor de una voz áspera y profunda, fenomenal y encantadora.