Un fuerte olor a pegamento en el baúl, la ausencia de dos asientos traseros y una condena previa por un delito de contrabando del conductor, llevaron a una patrulla de gendarmes a pedir autorización para un requisa en la que se descubrió la droga oculta en varios compartimentos fabricados en el piso del rodado. El procedimiento se suma a otros dos registrados días previos, por cantidades de 50 y 26 kilos de la misma sustancia. Ocultos en ese auto secuestraron 186 paquetes de cocaína con un peso total de 194 kilos con 511 gramos.