Somos conscientes que en la actualidad de nuestra historia, necesitamos rescatar estos valores universales para devolverle a nuestras familias y comunidades, la unidad y armonía en la que deben crecer las nuevas generaciones, ya que por la carencia de estos valores, nace la violencia social y delincuencial.
Como dice el papa Francisco, la “cultura del encuentro” es ese reconocerse en el rostro del otro, esa proximidad del día a día, con sus miserias y sus heroísmos cotidianos, es lo que permite ejercer el mandato del amor, no a partir de ideas o conceptos, sino a partir del encuentro genuino entre personas, porque ni los conceptos ni las ideas se aman se aman las personas.