Se jubiló nuestro médico y amigo Aníbal Encina

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 Se jubiló nuestro médico y amigo Aníbal Encina
Se jubiló nuestro médico y amigo Aníbal Encina

Cuando uno habla de jubilado o jubilada, se nos representa inmediatamente, la figura de una persona anciana o bastante mayor. En el caso de Ricardo Aníbal sucede todo lo contrario, ya que el desarrolla a pleno una longevidad saludable. Esto nos colma de alegría y nos sirve de inspiración en el intento de seguir su ejemplo.


Esa  enseñanza que nos da siempre Aníbal, advierte que aunque la longevidad sea la duración prolongada de la vida, no solo implica vivir más años, sino también vivir esos años con calidad, salud y bienestar.

Pero en esta oportunidad charlamos con él sobre este momento tan especial, que determinará la inauguración de una nueva etapa.

Ya está jubilado mi querido doctor

Así es. Y llegó nomás ese día que me parecía tan lejano cuando decidí en los inicios de 1994 (hace más de 30 años), venir a este pueblo del interior del Salta del cual no había escuchado su nombre antes.

¿Cómo fue ese momento, porque imagino que te habrían surgido sensaciones mezcladas?

Tal cual. Llegué cargado de dudas e incertidumbres, con muchas fuerzas y energía pero sin certeza alguna. Aunque poco a poco la calidez de su gente (mucho de los cuales pasaron a ser de pacientes y compañeros de trabajo a amigos), me ayudaron a transitar todo este tiempo hasta el día de hoy.

¿Cómo es eso de los tantos gonza- gallinas que ayudó a nacer?

Ja, ja, ja. Desde que me instalé en Joaquín V. González la gente me alentó para que continúe trabajando, y para que poco a poco, empiece a traer al mundo a un montón de nuevos gonzaleños, que no sé por qué motivo la mayoría sino todos, eran de River Plate.

Luego incorporó a su esposa a este lindo desafío

Efectivamente. Una vez que me ubiqué, arrastré a esta aventura a mi esposa que fue mi bastón y fuente de energías para conseguir todo lo conseguido. Ella fue incondicional conmigo hasta que el destino dispuso que me dejara, pero aun después de ese dolorosísimo trance, la mayoría me alentó para que continúe trabajando en Joaquín V. González y eso fue lo que continué haciendo hasta estos días, tanto en la parte pública como en la privada.

¿Tiene curiosidad por lo que vendrá?

La verdad que todavía no lo profundice el tema. Lo que sé es que por cuestiones de fecha de nacimiento, me llegó mi obligatoria jubilación de la parte pública. Llegó también la hora de sacar un poco el pie del acelerador, y mirar más por la ventanilla. Hay que mirar más el paisaje y menos la ruta. Desgraciadamente a veces te das cuenta tarde que no disfrutaste las cosas demasiado, porque le diste más importancia a obligaciones y al trabajo, y no tanto a vivir la vida.Ambas cosas son necesarias y no sé si estaré a tiempo, pero creo como todos, que le debo a la vida la oportunidad de disfrutarla un poco. Por lo pronto seguimos trabajando y estudiando un tipo de medicina que he abrazado hace unos años, que busca más curar y no medicar. Busca mas apagar el fuego de las enfermedades y no el humo de los síntomas. Hacerles notar que el diagnóstico precoz de enfermedades, ya es tarde. Porque muchas (casi todas) pueden prevenirse, y cuando se las diagnostica, ya están presentes. Le pido perdón a veces a los pacientes que esperan fuera del consultorio cuando me demoro hablando de esto con el paciente que está adentro, pero seguiré intentando que la gente abra más los ojos para cuidar la salud que es el bien más preciado que tenemos, no busco convencerlos de nada sino incentivarlos a que piensen y vean un poco más. Para vos Omar, y para todos mis pacientes, amigos y conocidos, vayan mis más sentidas expresiones de gratitud.

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