Miguel Armando Álvarez (más conocido por todos como ‘Maradona’ por ser ‘tocayo’ del Diego),había cumplido 44 años el 14 de mayo. El 21 de agosto, el infortunio y el abatimiento lo vencieron. Y ya al borde del abismo, tomó la decisión irremediable de poner fin a su vida.
Y este resultado nada tiene que ver con la cobardía o la valentía, sino con el sufrimiento y la desesperanzada que una persona no sabe o no puede gestionar.
Las vicisitudes de la vida nos llevan casi inexorablemente, a transitar diversos caminos que nos pueden llevar por cualquier lado, a cometer desaciertos de los que muchos no pueden salir indemnes.
En diálogo con zonasursalta.com.ar , Marcelo ‘Pepino’ Sosa (compañeros de pesca), nos comentó: “Maradona era un chango bueno, franco y noble como todo chango de campo que vino a Joaquín V. González desde San José de Orquera”.
Sobre el inicio de la amistad, ‘Pepino’ refirió: “mi relación con él empezó cuando era fiambrero de Charán. Un día se arrimó a nosotros con el tema de la pesca, diciéndonos que quería unirse a la barra para pescar y empezamos a hacernos compinches. Entre asados y pesca de por medio, nos dimos cuenta que era un chango súper churo.
Respecto a su muerte, todavía estamos todos shockeados, porque nadie sabe aun con certeza, las razones de porque lo hizo. Hay muchas cosas que se dicen pero la verdad es que solo podemos presentir que obviamente se trataba de algo grave que no podía solucionar y que lo llevó a tomar una determinación así.
No podemos juzgar de afuera a nadie, y menos en estos casos donde se presentan problemas depresivos.
Finalmente ‘pepino’ afirmó: “Se brindaba ante todos, era sincero, muy buen chango. Él era el menor de 12 hijos y por lo tanto, era muy apegado a su madre. Cuando ella murió hace algunos años atrás, al ‘Mara’ se lo vio algo retraído y muy deprimido. En definitiva me quedo con esos muchos cumpleaños festejados con la barra. Me quedo con todo lo que brindaba él que era puro y bueno. Ahora como vos decís, lo que importa es que no somos nadie para juzgarlo. Nosotros solo somos personas que lo vamos a recordar de la mejor manera, porque fue un gran vago, de corazón sincero y franco, que se brindaba por sus amigos de la mejor manera y con lo que tenía a mano. solo puedo decirte que voy a atesorar cada momento compartido con él, y en cada pesca que tenga, derramaré un trago al suelo para agradecer a la Pachamama y para brindar por su memoria, tal como hago siempre por el recuerdo de mis afectos que ya partieron. Dios lo tenga en su Santa Gloria porque así se lo merece”, concluyó su amigo.
