Al igual que muchas personas, yo siempre albergaré ese deseo profundo de que las relaciones de amistad genuinas, perduren a través del tiempo y las circunstancias. Jamás hay que olvidarse que esto implica valorar la lealtad, el apoyo incondicional y la conexión auténtica que caracterizan a la amistad verdadera.

La frase:  "Que nunca se pierda la verdadera amistad", evoca la importancia de cuidar y nutrir las amistades, reconociendo que son un tesoro invaluable en la vida. Refleja el deseo de que estas relaciones, basadas en el respeto mutuo, la honestidad y el amor sincero, no se vean afectadas por la distancia, el tiempo o los desafíos que puedan surgir.En esencia, "Que nunca se pierda la verdadera amistad",es un llamado a valorar y proteger esas conexiones especiales que enriquecen nuestras vidas y nos acompañan en cada etapa del camino.