Milagro en la histórica Villa Piquete de Anta

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Milagro en la histórica Villa Piquete de Anta
Milagro en la histórica Villa Piquete de Anta

El monte anteño abre sus brazos para renovar el encuentro de siglos, allí en el histórico Piquete de Anta. Desde Las Lajitas seguimos por la ruta 5, como volviendo a Salta, unos 38 km hasta el cruce con un camino vecinal en Cabeza de Anta.


Por este polvoriento camino recorremos otros 20 km, adentrados en los límites del Parque Nacional El Rey, entre montes y paisajes increíbles. Las pocas casas de adobe que aun se mantienen en pie son mudos testigos del histórico pasado de este pago. Aquí en otros tiempos era un continúo devenir de carretas y viajeros que subian y llegaban del Alto Perú, un pueblo en el derrotero de postas en el camino real. Pero de la antigua iglesia ya queda solo una pared lateral que conserva una puerta en arco que daba paso a la sacristía. Sobre esta pared se apoyan moribundas las viejas vigas del techo. Aqui se observan las capas de pintura, de diversos colores, una sobre otra, testimoniando el declive de la decoración original. Pero ese fue el mal menor que sufrió esta reliquia. Tristemente del retablo solo queda un panel dónde estaba depositada la imagen de la Virgen y en el centro la base rota de una cruz asoma entre las ruinas.
La primera iglesia data de 1773 y levantada por la congregación jesuita. Es de suponer que se trataba de estructuras de adobe que el inexorable paso del tiempo fue deteriorando. Esta es la segunda, construida en 1858, y cuyo deterioro edilicio mas importante se produjo con el terremoto de 1948. De allí surge la idea de los vecinos de entonces de una nueva construcción. La actual iglesia fue terminada en 1961 y allí se resguardan las antiguas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, el centro de la devoción y peregrinar de los fieles de este lado de Salta.
Por suerte para los peregrinos, el Río del Valle que baja desde Las Lajitas, en esta época del año tiene poco caudal y se puede cruzar fácilmente. Desde tempranito llegaron desde Las Lajitas, Rio del Valle, Saravia, Piquete Cabado, González y Pizarro. Cerca del mediodía volvieron, y en gran número, los peregrinos de Metan. Todos son caminantes de siempre, por tradición y fe, que llegan cargados con el peso de la emoción y el sacrificio, buscando ese consuelo añorado a los pies del Señor y la Virgen del Milagro.
Y hoy, en el día en que recordamos y honramos la Cruz, Piquete recibió la visita del padre Edgardo Correa, Vicario de la Catedral y el padre Beto Aleman. Ambos conocedores de estos pagos, que regresaban luego de muchos años. El Padrecito Correa fue párroco de Las Lajitas, allá por los noventa, y su regreso le significó reencontrarse con tantos afectos y emociones. La llegada de Monseñor Cargnello no pudo ser por estar acompañando la visita del nuncio apostólico, Monseñor Miroslaw Adamczyk, que participará la celebración tradicional del Milagro en Salta. Y hoy hubo confirmaciones y misa del Peregrino, presidida por el padre Correa y mas tarde, en la nochecita, por el padre Arturo Gómez Augier, párroco de Las Lajitas. Durante esta jornada y de a poquito los fieles y visitantes fueron llegando, buscando ese rinconcito para armar sus carpas, encender los fuegos y pasar la noche. El día de sol acompañó a las familias en el paseo y la caminata al río para refrescarse un poco. Desde la oración y con la presencia de las tradicionales ferias de artesanos, puestos de venta y fondas, el Piquete se iluminó como una gran ciudad. Pero La fiesta patronal y la feria no son lo mismo, y para todo hay un momento. La procesión penitencial invitó al silencio en un lento caminar. La Villa enmudeció al paso de la Cruz, y la noche se iluminó con cientos de velitas. Cada una de ellas encendió rostros y esperanzas. Ese es Milagro de este tiempo. Ya lo dice el lema de este año, "Milagro camino que renueva nuestra Fe y nuestro Bautismo".
Hoy 15 de setiembre es el día central de la Fiesta del Milagro, y con seguridad serán muchas las emociones que esperan invadir los corazones de los que se resguardan, por estos días, bajo los cielos de este pueblo histórico, en la inmensidad y belleza de la Villa del Piquete.

Fuente: Patricia Ayala

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