Coraje y melancolía acompañan siempre su bitácora marítima. Con el océano de frente, es donde la añoranza aparece con mayor intensidad. Es cuando Juana timonea el Rompehielos ARA Almirante Irizar (Q5), y tiene la proa frente al colosal océano. Rocío Juana Barroso ingresó a la Armada Argentina para concretar su gran desafío de ser militar..