María es grandeza y dignidad

- LITERARIAS

María es grandeza y dignidad
María es grandeza y dignidad

La arrogancia no nos hace grandes; todo lo contrario, nos rebaja. La verdadera nobleza consiste en que podamos brillar sin aplastar a nadie, como una sana estrategia para el alma. En medio del pesimismo y las vacilaciones de la vida, María es grandeza. María Antonia Palma nació el 28 de septiembre de 1954 en un paraje cercano llamado ‘El Guayacán’. Su hija ‘Marita’ nos contó: “yo sé que es campo adentro, aunque no sabría decirte donde queda exactamente”.

Doña María tiene tres hijos: ‘Coco’, ‘Marita’ y Luis, (más conocido en Joaquín V. González como Shark). Aunque debo reconocer que ‘Marita’ es la más compinche de su mamá, y es también la mujer de carácter fuerte, que lleva adelante con acreditada reputación, el negocio gastronómico familiar: ‘Comedor Marita’.

Nuestra María nació para ser servicial y generosa. El transcurrir de la vida, creó en su interior el temple de una mujer altruista. Su manera de ser, hace que de inmediato uno sienta cariño al conocerla. Y como no sentirlo, si nos inunda con su cordialidad y enorme sencillez. María, entre tantas virtudes, es aquella persona que no ostenta ni aparenta jamás, algo que no es.

Les dije que esta hija, 'Marita', se desempeña con destacada habilidad y determinación al frente del  negocio familiar. Ahora bien, lo que no puede resistir y la convierte en una indefensa sisella, es referirse a su madre. Hablar de su mamá la lleva a un lugar de emociones desbordantes, que se alojan en su pecho. Llena  de amor y orgullo pero quebrándose casi de inmediato, ‘Marita’ relata: “Hablar de mi mamá me conmueve. Mi mamá es un ser de otro mundo, es mi más claro ejemplo a seguir. Una mujer luchadora y con muchísimos valores, a quien admiro todos los días de mi vida. Me es muy difícil hablar de mi mamá porque estoy segura que no me va a alcanzar la vida para agradecerle toda su generosidad y todo ese amor que nos da”.

‘Marita’ también se refirió a los lugares emblemáticos donde su madre trabajó: “mamá siempre nos cuenta la historia de los muchos años que se desempeñó como empleada doméstica en la familia Palermo. Con la señora Vivi y su marido ‘el negro’ Palermo, trabajó entre 25 y 30 años. Después esa larga experiencia laboral, pasó a desempeñar tareas de cocina en comedor y hospedaje ‘Santa Cecilia’.  Hilda y ‘el negro’ Villalba eran los propietarios de aquel lugar, y cuando yo nací fueron mis padrinos de bautismo. Ahí trabajó como 10 años y conoció a mi papá que era mozo y fue conocido en nuestra ciudad como ‘quitín’. De entrada nomás la presumía, y le andaba arrastrando el ala como se dice. Para entonces mi mamá ya lo tenía a mi hermano Coco, que fue producto de una relación anterior. Una vez que se pusieron de novios mis padres, inauguraron su propio emprendimiento gastronómico”.

Sobre los momentos que a María la hacen feliz, y sobre aquellos que tiene que tiene que sobrellevar por la tristeza ‘Marita’ dijo: “A mi mamá le hace feliz laburar. Estar en todas, ir, venir, ver las ollas y ver sus cosas. A lo que también se le suman mis hijas, que son sus dos únicas nietas. Después, lo que la pone triste son las ocasiones en que nos peleamos con mis hermanos, o situaciones donde la gente la defrauda”.

Todos sabemos la importancia que tienen las madres en la vida de sus hijos. Sobre la suya ‘Marita’ refería: “mi mamá es todo, es mi vida, para mí y mis hermanos. No seríamos nosotros lo que somos si no fuera por nuestra mamá. Es una persona que tal vez no sea tan cariñosa, pero es un ser humano que nos llenó de valores y nos enseñó mucho sobre el trabajo. Como abuela es lo más grande del mundo. A ella le cuesta mucho el tema del cariño pero ahora que está más grande, se volvió más cariñosa. Es súper abuela, re malcriadora, aunque por ahí tiene sus días, saca su fuerte carácter. A mí me cuesta hablar mucho de mi mamá porque me emociono, pero para mí es lo más grande que hay”, concluyó.

Vaya nuestro inmenso cariño a María, y con algunos párrafos de esta canción de Los Nocheros sintetizamos el amor de sus hijos hacia ella:  

Mamá, a veces me parece que te sobran brazos para abrigar a todos en tu corazón. Te multiplicas tanto sin medir el paso, en vez de una sola tú eres un millón.
Mamá, mamá, es tanto lo que tú me das. Es una deuda tierna, amorosa, eterna, imposible de pagar. Mamá, mamá, es tanto lo que tú me das, que no me alcanzaría, dulce madre mía, para amarte más y más.

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