La vocación no se transfiere ni se negocia

- EDITORIAL

La vocación no se transfiere ni se negocia
La vocación no se transfiere ni se negocia

En el campo de la política o de la función pública, podría afirmar que la vocación no se transmite ni llega por arte de magia.

Pero también es fundamental considerar, que el tejido social en el que se despliegan esas obligaciones, ejerce un papel clave para generar el deseo de servir a la comunidad.

Cuando uno percibe los altos niveles de escepticismo que la sociedad guarda sobre la clase política (y de lo que de ella se desprende), nos cabe preguntarnos ¿Qué tan mal se puede representar la confianza de un pueblo para que esto ocurra?

Lo que nos surgiría como respuesta inmediata es que en el proceso, se olvidaron de los objetivos principales, como la gestión o administración de los intereses de todos, por encima de los beneficios individuales. Ahora, el análisis minucioso nos lleva a considerar diversos aspectos que detallaré a continuación.

Existen por lo menos tres cualidades que no debiera olvidar nunca un político que pretenda hacer medianamente bien su labor: 

1)Determinación (servicio o vocación hacia una cosa).

2)Sentido de la responsabilidad y Mesura (capacidad para dejar que la realidad actúe sobre uno sin perder la respetabilidad y la calma).

3)Vocación de servicio: Virtud que radica en el alma y comprende el compromiso, pasión y espíritu de entrega hacia la actividad o atribución que se debe desarrollar. Práctica constante que permite involucrarse en el trabajo para hacer más y mejor las cosas.

Un funcionario o servidor público debería estar orgulloso de su trabajo, de la organización que representa. Debería sentirse motivado en las mañanas para levantarse e ir a su lugar de trabajo, desempeñarse muy bien y ser consciente del compromiso que tiene para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, y del impacto positivo que puede generar en el desarrollo de su comunidad. Palabras más, palabras menos, esto decía Adam Ostry en marzo de 2015, siendo coordinador del acceso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en una de sus reuniones con el Departamento Administrativo de la Función Pública (DAFP). La Vocación como Característica Primordial en el Servidor Público.

La razón del ser de los servidores públicos es el logro de los fines del estado, es por esto que dichos funcionarios se deben a la comunidad, su labor diaria debe estar motivada al bien común, a satisfacer las necesidades de las personas, hacer que esta sienta respaldo y confianza por las instituciones públicas, es por esto que este escrito es una invitación a la reflexión sobre la responsabilidad no solo laboral, sino moral y ética que tiene este tipo de empleo, y para todos aquellos que ejercen uno de estos cargos, realicen un aporte y su mejor esfuerzo para mejorar la calidad de servicio y la imagen que se tienen de las entidades públicas. Pero esto solo lo podrán lograr personas comprometidas y apasionadas con lo que hacen día a día, es decir aquellas que sienten una verdadera vocación.


Este artículo está optimizado para dispositivos móviles.
Leer Versión Completa