Los mercaderes indolentes de la salud

- EDITORIAL

Los mercaderes indolentes de la salud
Los mercaderes indolentes de la salud

A pocos días de festejar el Día del Médico (3 de diciembre), lamentablemente son contados con los dedos de las manos, aquellos que merecen un gran reconocimiento al esfuerzo y la dedicación, debido a jugar un papel fundamental en la salud de la sociedad. Estos profesionales escasean, tanto en Joaquín V. González como en el resto de Anta.


Nuestro sistema de salud convirtió la prestación del servicio en un negocio, que cambió la cara de los pacientes en números. Lo peor es que una buena cantidad de directivas del sector salud, se dejaron deshumanizar por este absurdo sistema, y ellos mismos sin usar la inteligencia para hacer más llevadera la situación del enfermo, son incapaces de presentarle una alternativa al pobre paciente, que es llevado de aquí para allá por mil vueltas y trámites para reclamar la medicación, órdenes médicas, internación, etc.

A esto han reducido la sanidad los mercaderes indolentes de la salud, cuyo sentido ético fue eclipsado por un concepto de salud que trasmutó en la "oportunidad" de conseguir cuantiosas ganancias particulares, no solo con el dinero público, sino a costa de la dignidad de las personas.

Juramento Hipocrático

El juramento hipocrático es documento histórico que establece un compromiso ético para los médicos. Establece las obligaciones de los médicos y se basa en la idea de que la salud y el bienestar de los enfermos, deben estar por encima de todo. Sin embargo, no tiene validez legal y es más un acto simbólico de compromiso ético que ha sido modificado a lo largo del tiempo para adaptarse a los tiempos actuales.

Muchos estarán en desacuerdo con mi editorial, pero siempre he sostenido que nada ni nadie, debe interferir nuestra libertad de opinar, en la medida que lo hagamos desde el respeto y con el fin de aportar alguna reflexión útil, sin destruir a los demás. Porque creo finalmente que todos podríamos  barajar y dar de nuevo, volviendo lo más que se pueda, al origen de las cosas.

Estamos a tiempo, porque se puede concebir o idear algo de nuevo.

Reinventarnos es posible.

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