Leyendo unos párrafos de Carlos Valentín Gómez Muñoz (reconocido periodista y locutor correntino), reflexioné sobre el rol del periodismo y los límites que tienen al mantener una relación laboral.
Sobre esto Gómez Muñoz manifiesta: “La prensa tiene una influencia enorme en la sociedad antes de que conociéramos el concepto de la noticia, la información era fundamental. Recordemos la batalla de Maratón, cuando un mensajero partió para dar la noticia de la victoria frente a los persas. Se dice que ese mensajero corrió 42 kilómetros y esto con el tiempo dio lugar a la prueba atlética de suma importancia que hoy llamamos MARATÓN”.
LAS NOTICIAS FALSAS
Estas noticias son las que popularmente se conocen como LAS FAKE NEWS. Su fama nos habla de la importancia que tiene la noticia y de quien ejerce ese privilegio de ser periodista. A partir de allí están las noticias con sus contingencias y consecuencias. Hay noticias falsas o fake news, pero no es nuevo. Ya en los tiempos del general San Martín, las usó para confundir al enemigo. Hizo que se difundiera que el ejército patrio iba a atravesar por un punto de la cordillera y sorprendió al enemigo en Chacabuco. Hoy nos ocurre a nosotros: quien forma opinión valiosa es el que maneja la circunstancia y cambia la realidad, saca provecho de ellas. Nosotros vemos hoy a las grandes corporaciones periodísticas que tienen determinados intereses, y bregan por sus intereses... y el trabajo del periodista se ve opacado o restringido a veces por esos intereses. Es una manera de ver este fenómeno. La prensa, el periodismo es un arma poderosísima, y hoy se produce un hecho en las antípodas y lo tenemos con la realidad actual en el momento.
INFLUENCIA DE LA TECNOLOGÍA
También, en la actualidad la tecnología termina ocupando el rol del periodista, ya que cualquier persona con un celular puede publicar noticias o novedades de forma instantánea y ha cambiado indudablemente la realidad e incluso ha mejorado la seguridad.
VOCACIÓN DE PERIODISTA
La vocación del periodista es inherente al espíritu humano, al igual que hacer el bien propio y el de los demás. Si yo me manejo con la verdad estoy siendo coherente, siendo útil a mí mismo y a los demás. Lo que pasa es que a veces los periodistas están supeditados a los intereses de las corporaciones o de las empresas en la que trabajan. Y hay quienes se manifiestan como interesados en dominar y orientar a la sociedad.
Nosotros, los periodistas, debemos bucear en aguas revueltas y tratar de ser siempre fieles a la verdad y la objetividad. Los periodistas estamos sometidos al medio. Lo ideal es que no me someta, que yo no renunciemos a los principios fundamentales de objetividad.